Existe un mito muy extendido en nuestra profesión: «Los psicólogos no pagamos IVA».
Nos damos de alta en el epígrafe correspondiente (el 826.1 para psicólogos) y asumimos que toda nuestra actividad está exenta. Vivimos con esa tranquilidad fiscal… hasta que deja de ser verdad.
Este error es una bomba de relojería que puede costarte miles de euros en sanciones e intereses de demora con Hacienda.
La Ley (Art. 20.1.3 de la Ley del IVA) es clara: solo los servicios de diagnóstico, prevención y tratamiento de enfermedades mentales (la terapia clínica) están exentos de IVA.
El problema es que la mayoría de psicólogos diversifican sus ingresos. Y ahí está la trampa.
Debes aplicar un 21% de IVA en servicios como:
Si has estado facturando estos servicios como «exentos», estás cometiendo una infracción fiscal.
¿Qué ocurre si tienes una inspección? Hacienda puede reclamarte los últimos 4 años de ese 21% que no facturaste.
Imagina que has facturado 15.000 € al año en talleres y servicios a empresas.
La cifra final puede superar los 15.000 € o 20.000 €. Una deuda que puede cerrar tu consulta.
El miedo a equivocarte con Hacienda genera una ansiedad constante. ¿Cómo puedes estar seguro de que lo haces bien?
Una gestoría tradicional reacciona a lo que tú le envías. Si la factura está mal emitida, el error ya está cometido.
Sanidalia actúa como tu sistema de prevención fiscal. Te permite configurar tus diferentes servicios desde el inicio:
Cuando generas la factura, Sanidalia aplica el tipo impositivo correcto automáticamente. Sin errores. Sin dudas. Exportas tus informes para la gestoría sabiendo que todo es correcto.
Eso no es solo gestión; es la tranquilidad de saber que tu negocio está construido sobre una base fiscal sólida.
Descubre cómo Sanidalia te ayuda con la facturación, agenda, RGPD y mucho más. Céntrate en tus pacientes, nosotros en la gestión.
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